3

viernes, 25 de mayo de 2007

Junto a la encruzijada de polvo y sangre yazco,
el leve abismo, bastardo hijo de Eter,
lodoso se enfunda en su mortaja carmesí.
De mi pecho se eleva ligero mi espiritu
y como losa baldía, montes de hueso,
carne de arena, mi cuerpo yace.
Y al otro extremo de la blanca orilla
se halla donde el sol coronara una vez
mil cabezas de Hidra, y su explendor,
tornase al viento, dulce melodía.
Y del súbito rio primero arrojado
y luego vomitado, regreso a la albar rivera.
Nadie me pidio permiso para precipitar
mi vida al cauce de tan hondo torrente,
por tanto sin miedo lo abandono,
y sin pedirme cuentas me dejan marchar.

III

martes, 22 de mayo de 2007

Es aqui donde el devorador oscuro,
Satan Trimegisto de ojos hundidos,
despierta el espiritu de los caidos
hacia la tierra baldía del orgullo divino

Es Padre de réprobos y perdidos,
que en sus senos jugosos encuentran,
de la Verdad, espinas donde reptar
el singular sendero por dios permitido.


Es Hermano de ausentes y proscritos
que junto al camino advierten
inalcanzables luciérnagas que perseguir
y con las que olvidar y volver a sentir.

Es Amante de fruta madura
y labios desprendidos, gustosos.
Que junto al fuego regio nos alumbra
de caminos de poder ocultos.

Amigo del Hombre desde el dia,
y refugio de toda la humanidad,
en que fue arrojado al fango
y junto a la arcilla animada yació.

2

lunes, 21 de mayo de 2007

Son tus ojos lo que temo
y el humor de tu aliento
lo que despierta el tañido tardio
de mi corazón enfermo.
Son las artes de Orfeo
junto al silencio, de la cuna de vida,
de efigies oxidadas
nacidas con yelmo y lanza,
las que se graban en roca
esteril, roja y bulbosa,
para no olvidar, veleidosa,
de la pasion humana su carga

II

viernes, 18 de mayo de 2007

¿Como atreverse a vislumbrar la virtud
del recto camino iluminado
si cada paso mio sobre la senda
revuelve el caos de un millon de particulas?
Es cada leve aliento exhalado
un torbellino de desorden
lanzado al gigantesco devorador
de rectitud y caridad.
Hasta los argentreos procesos,
que celosamente se esconden
tras la mirada mas necia,
agitan el universo descontrolado
Es la virtud que exige dios
remontar una cascada
atadas las manos y castradas las alas
Caerá la sombra sobre el vientre,
acechante el tedio y oscuro humor
de ladrones y amargor

1

Es tu ojo lo que temo y en su interior desisto,
la oscuridad de lo profundo
la distancia hasta lo oculto.
Es la mirada en la que pierdo y me lamento.
Hacia ti voy en la balsa que me ofreciste,
de tus manos. Abajo reflejos de zafiro
de las pecas de tu cuerpo, y junto a la orilla
los altos coronados de tus senos.
Por los oscuros leteos me deslizo
que apáticos penden de la cumbre,
y por los que, al finalizar la jornada,
arrivaré hasta tu hermosa cara.
Allí donde perderé para siempre
lo oscuro, profundo y oculto.

I

Ahito, como pústula sudorosa,
recoge dios nuestras penurias
y lavadas bajo el mar de anatemas,
que cada dia engendra la estulticia,
ascienden al regazo dorado
los credos de aprensión saturados